Explorando en moto las Playas de Azua y Más
En el fin de semana del 20 al 21 de Marzo del 2021, decidimos Juan y yo salir a conocer las Playas de Azua. Quisimos darle prioridad a la de Monte Río, La Uvita, que queda próxima a esta y a Playa Blanca.
Salimos de la capital a un ritmo suave y tranquilo. Al llegar a Playa Monte Río, se ve muy bonita, aunque con mucho zargazo. Aquí es que se pueden encontrar varios barcos de pescadores de la zona.
Aunque me gustó como se ve Playa Monte Río, no me llama la atención para baño.
A partir de ahí, el camino se torna offroad e inmediatamente hay que subir y bajar lomitas con piedras. En Playa la Uvita es accequible en moto y se ve mucho más agradable para baño. Todavía en este punto se encuentran árboles que proveen sombra.
Para seguir a Playa Blanca, el camino se encuentra cortado y solo permiten el paso de motores o parquear el vehículo y continuar a pie. Es una bajada con buena inclinación y con piedras con lo que con cualquier descuido uno puede caer. Al llegar a Playa Blanca, la arena es suelta y se recomienda andar en segunda marcha para evitar hacer un hoyo y atascarte.
Es una Playa muy hermosa, la cual tiene solo 2 ó 3 árboles que pueden proveer de sombra. Hay zafacones para botar basura, pero están sobrecargados y le faltaría un poco de cuidado con relación a la limpieza. Siempre recuerden no dejar basura y llevársela con ustedes.
Desde Playa Blanca, se puede ir caminando por un sendero a la Playa la Cueva de los Piratas y a Playa el Barco, sin embargo, como andábamos con equipos y es un lugar solitario, decidimos no dejar las cosas solas por ese tiempo.
Playa Cueva de los Piratas
Luego de un rico baño y hacer algunas tomas de drone, decidimos tomar un camino que lleva hacia las Salinas la Vigia. Un caminito offroad un poco difícil por las lomas empinadas, piedras sueltas y el sol abrazador. Antes de esto hay que registrarse con unos seguridad que tienen el camino cerrado, nos habían notificado que casi al llegar había una loma muy empinada y difícil.
En el trayecto nos estaba esperando una vaca en el medio de una subida con mirada amenazante.
Al final yo tenía un poco de insolación, me estaba doliendo la cabeza y se me había acabado el agua, y aún faltaba lo más difícil, por lo que decidimos retornar. Aún así, pude hacer algunas tomas de la zona con el drone.
Al terminar salimos de aquí y buscamos el primer lugar que vendiera pollo horneado y ahí nos paramos a almorzar.
De ahí, nos dirigimos a la “Finca Agroturística El Palero” de Padre Las Casas, donde nos alojamos por par de noches, gracias a Yogenny.
En la finca, tienen un área con piscina, música, bebidas y picaderas donde se puede ir de pasadía.
Se está rodeado de naturaleza e inmediatamente se nota la tranquilidad del campo.
Al otro día decidimos visitar la presa de Sabana Yegua, a 1 hora de distancia de la finca.
También se hizo un poco de offroad para llegar al agua, pero nada comparado con la dificultad del día anterior. Se llegó a la orilla del agua de la presa y decidimos darnos un chapuzón.
En resumen, fue un fin de semana, explorando una zona nueva para nosotros y compartiendo con personas excelentes.
